El liderazgo es la respuesta a los desafíos a los que se enfrentan las organizaciones hoy en día. Toda organización necesita liderazgo y en todos los niveles. ¿Por qué? Porque los líderes son la clave para la creación de un clima laboral cordial o adverso. De hecho, los resultados de un área o una empresa dependen en un 30%-40% de su clima laboral y ese clima, como hemos dicho, está determinado en un 70% por los estilos de liderazgo.
Como empresarios y/o directivos, tenemos que empezar a ver el desarrollo del liderazgo como una inversión. Básicamente porque además de tratarse de una cuestión de responsabilidad empresarialque promueve valores positivos de cara al mercado externo e interno, también se traduce en más y mejores resultados en la gestión empresarial, en la retención y captación del talento y en la mejora sustancial del clima interno.
Puede que lo que haya que discutir a partir de ahora son las acciones para desarrollar el liderazgo interno, pues alrededor de ellas también sobrevuelan preconceptos como que son tediosas, demasiado complejas o que requieren de una gran inversión de tiempo y dinero. Claro que estos también son mitos en mayoría de los casos. En tal sentido y en respuesta a esta necesidad de soluciones efectivas, no invasivas o prolongadas en el tiempo, Curro Duarte ha desarrollado este programa de Despertadores Científicos. Veamos de qué se trata.
¿Empezamos con una foto?
Cuántas veces al hacernos una foto nos sorprendemos de nosotros mismos preguntando a nuestro alrededor ¿de verdad estoy así de delgado? ¡madre mía, cuántas canas! Claro que es más probable que todo esto suceda en nuestro entorno personal y familiar donde hay confianza y se pueden decir las cosas abiertamente. Ahora bien, en el ámbito laboral las cosas suelen ser bastante diferentes; es tan así, que muchos fantaseamos con momentos de invisibilidad para saber que opinan los otros de nosotros, cuando estamos ausentes.
Y en este sentido, ¿qué opinarían las personas de un equipo sobre nuestro desempeño como líderes? ¿Y nuestros pares y superiores? ¿Qué sucedería si descubrimos que hay un “lado b” de nuestro liderazgo que no nos gusta? Más aun, si alguien observara el desempeño de nuestro equipo, ¿sería un parámetro justo para definir cómo somos como líderes? Todos pueden tener su opinión de nosotros y todas ellas, desde la más cómoda hasta la más incómoda, son válidas.
¿Y si materializamos todo aquello?
¿Cómo nos ven? ¿Cómo nos vemos?
Diagnósticos 360º.
Cuestión que resulta muy compleja si consideramos la vorágine del día a día (reuniones, cumplimiento de plazos, consecución de objetivos, etc.). Necesitamos hacer un alto en el camino, pararnos, reflexionar, observar, preguntar, escuchar y tomar conciencia de nuestros comportamientos, porque sólo cambiando algunos de ellos empezaremos a observar también cambios de comportamientos en las personas y equipos. Parece magia, ¿verdad?, pues está en nuestras manos fabricar esa magia, pero lo primero que tenemos que saber es qué palancas accionar para que salten los resortes adecuados.
Esa toma de conciencia es posible gracias a los Diagnósticos. Con ellos se realiza una foto de cuál es la situación actual en las dimensiones tratadas: competencias emocionales, estilos de liderazgo(participativo, orientativo, directivo, capacitador, imitativo, relacional) y clima laboral, haciendo un paralelismo entre la realidad percibida por la persona destinataria del análisis y la realidad percibida por compañeros, equipo, superiores, clientes, proveedores, etc. Con ello se consiguen dos objetivos fundamentales:
- Tomar conciencia de las áreas de mejora. La lógica nos dice que si hay ciertos comportamientos que “molestan” en nuestro entorno, si los corregimos dejarán de contaminar nuestras relaciones.
- Identificar y reforzar aquellas cualidades positivas puestas en evidencia.
¿Empezamos a mejorar todo lo que salió mal y acentuamos lo que salió bien?
Una vez que hemos puesto luz y hemos tomado conciencia de qué aspectos hay que trabajar, qué aspectos mejorar y cuáles reforzar, el proceso de coaching resulta mucho más concreto, rápido y efectivo. También, en función de los resultados obtenidos, puede surgir la necesidad de diseñar programas personalizados para cada caso particular que apunten, por ejemplo, a fortalecer alguna/s habilidad/es concreta/s.
Ahora sí, ¿volvemos a tomarnos una foto?
Porque esta es la imagen que permitirá evaluar la evolución y el resultado de la intervención de los profesionales de Despierta by CDR. Esta comparación entre el punto de partida y el punto al que hemos llegado, permite analizar cuantitativamente el progreso en relación a los aspectos se han mejorado y cuáles se deben seguir trabajando. Al evaluar los resultados logrados, tanto la empresa como los líderes pueden tener una visión certera, tangible y específica sobre el impacto del trabajo realizado.
Peter Drucker, uno de los padres del management moderno, decía: “El éxito en la economía del conocimiento viene a los que conocen a sí mismos; sus puntos fuertes, sus valores, y cómo rinden mejor.” Por ello, como empresa, darles herramientas a los líderes para que desarrollen su mejor versión, colaborando con ellos para que puedan conectar con su potencial y facilitándoles la identificación y mejora de sus competencias, supone un aporte de valor que repercute positivamente dentro y fuera de la empresa.
Despierta el liderazgo en tu empresa. Construye desde dentro hacia fuera.
Escrito por: