¿Para qué te preocupas? ¿Tiene sentido preocuparse?
En tu vida te mueves en dos grandes círculos, el de influencia y el de preocupación.
En tu círculo de influencia está aquello que controlas, lo que está en tu mano, donde vives, con
quién te casas, donde trabajas, a dónde vas de vacaciones, etc.
En tu círculo de preocupación están las cosas que, como su propio nombre indica, te “preocupan”. El cambio climático, la familia, la salud, la economía… las políticas de nuestros políticos, el tiempo que va a hacer el fin de semana…
Pero, antes de seguir avanzando, analicemos la palabra “preocupación”.
¿Se puede estar “pre–ocupado”? Es como la palabra intentar, a ver, intenta coger el móvil que seguro anda por ahí cerca…
¿Ya? No, no te he dicho que lo cojas, te he dicho que lo intentes…
¿Ahora sí? Seguro que no, o lo coges, o no lo coges, intentar no existe.
Lo mismo ocurre con “preocuparse” o te ocupas, o no te ocupas. No te refugies en palabras como “intentar” o “preocuparse” para bloquearte y no hacer nada.
La forma de dejar de preocuparte es ampliar tu círculo de influencia e incorporar en él las cosas que te preocupan, vamos a ver si es posible.
¿Te puedes ocupar del cambio climático, de la familia, de la salud, de la economía, de las políticas de los políticos, del tiempo, etc.?
Claro que tú solo no puedes resolver todas las cuestiones anteriores, pero sí que puedes hacer cosas como reciclar, usar el transporte público, visitar a tus padres que están ingresados en una residencia, dejar de fumar, hacer más ejercicio, cuidar la dieta, o llevar una vida acorde con tus ingresos….
La clave es poner el foco en lo que te “preocupa” y pasarlo al círculo de influencia ampliando este y dejando de “preocuparte” para pasar a “ocuparte”.
¿Pero podemos incluir todo en nuestro círculo de influencia?
Me temo que las medidas de los políticos, el tiempo del fin de semana, si ganará tu equipo favorito el próximo partido, o cuándo sale el próximo disco de Bunbury no está en tu círculo de influencia. ¿Verdad?
De estos temas, por mucho que quiera ampliar tu círculo de influencia, no te vas a poder ocupar así que, te recomiendo que los mandes ATPC.
Tienes tantas cosas de las que ocuparte que no vale la pena que inviertas tiempo y energías en aquellas que no están en tu mano.
Cuando amplías tu círculo de influencia e incorporas en él las cosas que te preocupan estás asumiendo el rol de “responsable”.
Si mantienes un círculo de preocupación muy grande y el de influencia muy pequeño, estás asumiendo un rol de “víctima”.
Y dime, ¿qué quieres ser en la vida, víctima o responsable?
Con respecto a la palabra “responsabilidad”, a mí me gusta hacer un juego de palabras e insertar en medio de la palabra una “h” quedando “Responshabilidad”.
En definitiva, ser responsables es ser hábiles a la hora de responder a los retos que se nos plantean en la vida. Se trata de no echar la culpa al maestro armero o al “empedrao” y asumir la responsabilidad de nuestras propias vidas.
Si tú no gobiernas tu vida, los asuntos de la realidad o los asuntos de otros la gobernarán por ti.
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